Exposición de fotos
17.04.-29.04.2023
Cientro Comercial Donau, Planta 2
Soria, antigua ciudad castellana, ha ejercido desde mediados del siglo XIX una mágica atracción sobre algunos de los poetas españoles más señalados. El poeta más importante del Romanticismo español, Gustavo Adolfo Bécquer (1836–1870) residió desde 1860 largas temporadas en la capital, marcada por su historia y relevancia medievales, y la inmortalizó literariamente en su famoso relato de terror El Monte de las Ánimas, poblado de templarios y fantasmas. La ciudad le rinde tributo anualmente celebrando en la noche del día de Difuntos una escenificación pública de dicha historia que recuerda los horripilantes acontecimientos relatados.
Antonio Machado (1875–1939) llegó en 1907 a la ciudad medieval a orillas del río Duero para incorporarse a su puesto como profesor de francés y literatura. Poco después de su llegada se enamoró de Leonor Izquierdo, la hija del dueño de la pensión en la que se alojaba. Fue el amor de su vida. Tanto Leonor como su ciudad natal se convirtieron por igual en las musas del gran poeta, y a ellas les hemos de agradecer que constituyeran la fuente de inspiración de una de las obras más importantes de la lírica española: la mayor parte de las poesías que conforman su famoso poemario Campos de Castilla proviene de esa época feliz en Soria.
Gerardo Diego (1896–1987), nacido en Santander, siguió los pasos de Antonio Machado y llegó también a la ciudad para ejercer como profesor de francés. Diego es uno de los poetas más importantes de la Generación del 27 y con sus versos dedicó a la ciudad un extraordinario monumento literario entre tradición y modernidad.